...

Ya no se caen los cielos...
telones azules

peligrosamente bellos,

sospechoso color espejo...

¡qué poco me confunden!

debe ser tiempo para los ciertos,

de huracanes ajenos,

luz para el cardumen,

posible manantial de lo desierto,

refugio para aquéllos,

los que sólo entierran a sus muertos
en tierra que no se hunde...

Agua no hay...
no en ellos
ni en los suelos...
en mis ojos mucho menos...
Inùndame azul
hazme flotar nuevamente
que tu aire de inquietud
me regrese lo vehemente...