no es que no me haya costado digerir en otros tiempos...
inaudita es la obediencia de este cuerpo,
que esta vez se niega a tragar...
que esta vez no va a dejarte pasar,
te exhala queriéndote respirar...
date cuenta que te vomito,
y que no lo finjo
aunque tú por el momento
seas mi único instinto...
vomito todas tus razones y sinrazones vueltas complicaciones,
vomito todo lo que me tragué y no era mío...
vomito exceso de ti
maldito cuerpo tibio!
que no supo resistir
ni danzar a tu letal ritmo...
expulsa de mí la posibilidad de amarte
y con esto, no dejo de vaciarme...
contigo siempre cuestión de sangre
despiertas esta pulsión delirante
de buscar reconocer
que lo que te alimente, también te mate...